17 de febrero de 2013
Un grupo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de México,
ha realizado un notable hallazgo durante una excavación de un foso en
la cúspide de la Pirámide del Sol de Teotihuacan; se trata de una
escultura del dios del
fuego Huehuetéotl, y tres estelas. La escultura es, con sus 58
centímetros de alto y 190 kilogramos de peso, la más grande de su tipo
encontrada en todo el complejo arqueológico de Teotihuacan. Intacta en
un 75%, muestra una versión atípica del dios del fuego, con los brazos
entrecruzados, portando un antifaz y moños en la cabeza y el cuello.
Además fueron descubiertas tres estelas: un monolito de dos metros y medio de largo y 955 kilogramos de peso, descubierto a más de cuatro metros de profundidad (el más grande de los 20 monolitos encontrados hasta hoy); otra estela, de 1,40 metros y 300 kilogramos de peso, y un fragmentos de 80 centímetros de una tercera estela. Según los investigadores, este hallazgo demuestra que Leopoldo Batres, encargado de explorar la cima de la pirámide hace ya un siglo, lo hizo sin excavar.
Además fueron descubiertas tres estelas: un monolito de dos metros y medio de largo y 955 kilogramos de peso, descubierto a más de cuatro metros de profundidad (el más grande de los 20 monolitos encontrados hasta hoy); otra estela, de 1,40 metros y 300 kilogramos de peso, y un fragmentos de 80 centímetros de una tercera estela. Según los investigadores, este hallazgo demuestra que Leopoldo Batres, encargado de explorar la cima de la pirámide hace ya un siglo, lo hizo sin excavar.